Cuando Tu Señor se ubique frente a ti, se te prohíbe mirarle a los ojos, ¡recuérdalo sumisa!
Entre las sábanas, tú mismo lo podrás revisar, seré la amante que siempre y en todo momento has deseado. Te haré disfrutar con mi cuerpo, mis manos, mi lengua … Soy una especialista en el sexo, no lo pienses más y llámame.